Vivir sin Vinicius. Es lo que le tocará al Real Madrid durante las próximas 6 semanas. Tras la resonancia a la que se sometió el brasileño en la tarde del lunes, se le ha diagnosticado una lesión en el músculo bíceps femoral derecho. Una dolencia que le llevará a perderse los encuentros contra Getafe, Real Sociedad, el derbi contra el Atlético, Las Palmas, Girona y las dos primeras jornadas de la fase de grupos de la Champions. Tampoco acudirá a la llamada de Brasil para disputar los duelos contra Bolivia y Perú.
Ahora, Ancelotti tiene que aprender a vivir sin su mejor jugador. Palabras mayores. El italiano tiene que decidir si mantiene el dibujo que tan bien le ha funcionado hasta la fecha o regresa al 4-3-3 que usó en las anteriores temporadas. Dependiendo de lo que decida, apostará por un jugador u otro para sustituir a Vinicius.
Si Ancelotti mantiene el dibujo, lo normal es que Brahim Díaz sea el hombre que forme junto a Rodrygo en el ataque. Con Bellingham por detrás, el jugador más parecido a Vinicius es el malagueño. Si, por el contrario, cambia el dibujo y apuesta por un 4-3-3, el inglés retrasaría su posición al interior, Valverde sería el elegido para atacar por el costado derecho, Rodrygo cambiaría de banda y Joselu sería la principal referencia ofensiva en el ataque.
Paciencia con Vini
Vinicius Junior tuvo que ser sustituido a los 16 minutos del encuentro que enfrentó a Celta y Real Madrid en Balaídos tras sufrir unas molestias en la parte posterior de la de la pierna derecha. Después de una acción llena de potencia, donde se recorrió más de medio campo, se quedó dolorido y tuvo que salir a la banda a ser atendido. Regresó al césped con un vendaje, pero minutos después se fue al suelo pidiendo el cambio. En su lugar entró Joselu.
La mayor preocupación en el Real Madrid está en que Vinicius se enfrenta a lo desconocido. El brasileño nunca ha sufrido una lesión muscular como profesional, por lo que no hay referentes médicos sobre su respuesta genética para este tipo de dolencia. Nadie sabe cómo responderá su cuerpo y cuánto tiempo tardará en estar al cien por cien de nuevo. Por lo tanto, el gran objetivo es que cuando vuelva lo haga sin riesgo de recaída.